Alrededor del planeta “tierra”, diferentes seres humanos se encuentran desarrollando acciones significativas en pro de la conservación del patrimonio ambiental a nivel local, regional y mundial, iniciativas que aportan a la protección de los polinizadores.
En esta oportunidad nos enfocaremos en las abejas, uno de los polinizadores que hacen parte de un gran grupo de especies que cumplen esta tarea tan importante para todo el sistema natural del cual depende el ser humano para su bienestar.
En la actualidad, se evidencian problemáticas relacionadas con los sistemas modernos de agricultura que involucra el uso de agrotóxicos y desencadenan una gran cantidad de efectos negativos sobre la salud de las comunidades, la cultura, los bosques, el recurso hídrico, el aire, los suelos, la salud del ser humano y la fauna silvestre.
En los sistemas productivos de modernización agrícola van paso a paso degradando los recursos naturales y conduciendo a un aumento de los rendimientos y la producción agrícola, causando problemáticas y conflictos ambientales: la agricultura en la actualidad es la principal causa de contaminación del agua por nitratos, fosfatos y pesticidas, es la principal fuente antropogénica de gases de efecto invernadero y, junto con la silvicultura y la pesca, la principal causa de pérdida de biodiversidad en el mundo. La agricultura también perjudica su propio futuro a través de la degradación del suelo, la salinización, la extracción excesiva de agua y la reducción de la diversidad genética de los cultivos y el ganado. En la actualidad, en Colombia aún no hay una reglamentación estricta con relación a los agrotóxicos como lo es el glifosato y los productos derivados, los cuales son empleados de forma indiscriminada y descontrolada lo que afecta la salud de todo el sistema productivo.
Igualmente, al homogeneizar las áreas y evitar al máximo las interacciones con la fauna silvestre local se presentan interacciones negativas como cacería, envenenamientos, desplazamientos de fauna silvestre que acaba afectando la diversidad de estos bosques y su equilibrio. Razón por la cual, reconociendo las actividades que están afectando los recursos naturales, es hora de generalizar otras alternativas de manejo de cultivos en el que se encuentran involucrados diferentes factores, como lo son las prácticas agroecológicas y la agricultura orgánica.
Según Miguel A. Altieri (1995), la agroecología, se define sobre los principios de base de la ecología teniendo en cuenta los aspectos sociales, políticos, ambientales, culturales y económicos, al igual que la agricultura orgánica, la cual según Jairo Restrepo (2007) “La agricultura orgánica es entregarse a la tarea de desenterrar y rescatar el viejo paradigma (no agotado) de las sociedades agrarias que practicaron y garantizaron durante mucho tiempo la autodeterminación alimentaria de sus comunidades, a través del diseño de auténticos modelos de emprendimientos familiares rurales, donde conjugaron sabiduría y habilidades para garantizar la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza, esta misma agricultura, es mucho más que una simple revolución en las técnicas agrícolas de producción. Es la fundación práctica de un movimiento espiritual, de una revolución, para cambiar la forma de vivir de los seres humanos”.
Teniendo en cuenta que los aspectos anteriormente mencionados contemplan de forma inter y transdisciplinaria el desarrollo de estrategias que respondan de esta forma a las necesidades variables dentro de un territorio, una región, un país; la Red Guardianes de abejas se crea con el fin de apoyar en la visibilidad de iniciativas enfocadas en la protección y conservación de las abejas bajo un contexto de protección de la biodiversidad y de esta forma incentivar la cooperación entre estas para desarrollar tareas conjuntas. Además, de inspirar a más personas a ser parte de las acciones y a desarrollar procesos que impacten de manera positiva nuestro hogar común.
*Restrepo, J. (2007). Manual práctico el A, B, C de la agricultura orgánica y harina de rocas. SIMAS
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