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UNA COMEDIA DE PLÁSTICO: DEPENDENCIA Y FACILISMO

Actualizado: 13 mar 2019

En la actualidad, con el crecimiento de las redes sociales y sistemas de información, es mucho más sencillo compartir información desde cualquier parte del mundo; así que las fotografías que ilustran animales ingiriendo productos plásticos como bolsas, recipientes, redes, entre otras, no están lejos de evidenciar una problemática que cada día es más preocupante.


Sin desconocer que los plásticos aportan muchos beneficios sociales y ofrecen futuros avances tecnológicos y médicos; las preocupaciones sobre el uso y la eliminación son diversas e incluyen la acumulación de desechos en vertederos y hábitats naturales, problemas físicos para la vida silvestre como resultado de la ingestión o el enredo en el plástico, la lixiviación de productos químicos y el potencial de estos para ser transferidos a la vida silvestre y los humanos.(1)


Hay reportes de que el 4% de la producción mundial de petróleo se utiliza como materia prima para originar plásticos y una cantidad similar se utiliza como energía en el proceso. Sin embargo, más de un tercio de la producción actual se utiliza para hacer artículos de embalaje, que luego se desechan rápidamente1, siendo notable el aumento significativo de producción de plástico en los últimos 60 años (de 0,5 millones de toneladas en 1950 a más de 260 millones de toneladas en la actualidad).(1)

Ciertamente, los patrones actuales de uso están generando problemas globales de gestión de desechos que van desplazándose por ríos y mares llegando a formar islas de residuos que duran cientos de años en descomponerse. Así que más allá de pedir las bebidas sin pitillo, debemos hacer un alto y ser más conscientes a la hora de consumir y tener muy claro que hacemos parte de un sistema en el que todo está relacionado.


Evidentemente, desde hace mucho tiempo el planeta nos ha estado mostrando cambios y adaptaciones que, a este punto, son obligatorios si no queremos seguir contribuyendo a la rápida degradación de nuestro entorno; pero ¿en que nos afecta el consumo de plástico?.


Enfocándonos en los residuos plásticos, que, según reporte de la ONU, representa el 10% de todos los residuos que generamos; aproximadamente, 13 millones de toneladas de plástico son vertidas en los océanos anualmente, lo que equivale a derramar la carga de un camión de basura cada minuto.

Estos plásticos de uso diario, pasan por todo un sistema que desemboca en los mares y es allí donde por medio de la radiación UV, se va degradando poco a poco, acelerándose el proceso por acción de las olas, lo que da como resultado que los fragmentos más grandes se vayan rompiendo en trozos más pequeños denominados microplásticos, los cuales son consumidos por la fauna marina y luego por nosotros. Estas partículas también se encuentran presentes en productos de consumo diario como lo son los detergentes, cremas dentales y exfoliantes.


En los últimos años, debido a la creciente preocupación por el impacto negativo en la vida silvestre y la posible toxicidad para los organismos vivos (incluidos los seres humanos), los microplásticos se han convertido en objeto de investigaciones intensas. En el océano, los microplásticos pueden ser fácilmente ingeridos por numerosos organismos marinos debido a su pequeño tamaño (<5 mm).(1)


Según un estudio realizado por Herrera et al. (2019), donde analizaron 120 tractos gastrointestinales de peces de la especie Scomber colias, el 78,3% contenía algún tipo de microplástico, el 74,2% contenía fibras, el 17,5% de fragmentos de plástico y el 16,7% de pintura.(2)



Otro estudio realizado por Cauwenberghe y Janssen (2014), en el cual investigaron la presencia de microplástico en dos especies de bivalvos cultivados comercialmente (Mytilus edulis y Crassostrea gigas), detectaron cargas plásticas significativas.(3)


Adicionalmente, el estudio realizado por Ivar do Sul y Costa (2014), en el que analizaron críticamente 101 artículos por pares que investigan la contaminación por microplástico, se concluye que todos los grupos de organismos marinos corren un gran riesgo de interactuar con estas partículas y que la red alimentaria podría verse afectada por la biomagnificación microplástica 4, ya que estas partículas no solo se encuentran en los mares y costas sino también en las masas de aguas continentales que para las poblaciones humanas se han convertido en sumidero de desechos domésticos.

Así mismo, en comparación con el medio ambiente marino, existe una clara falta de datos sobre la acumulación de residuos plásticos en los hábitats naturales de agua dulce y terrestre en los que se relata contaminación por medio de lodos, transporte por medio de lluvias e inundaciones. Por lo que se hace necesario realizar más investigaciones sobre las cantidades y los efectos de los desechos plásticos en los hábitats naturales terrestres, en las tierras agrícolas y en las aguas dulces.(1).


Entendiendo que una de las problemáticas evidenciada en los últimos años es la ingestión del microplástico, se magnifica el problema para las especies que confunden el plástico con su alimento, como se ha reportado en tortugas, ballenas, aves, entre otras. A esto se le suma los efectos adversos del plástico en la población humana, donde constantemente hay generación de bibliografía relacionada con los riesgos potenciales para la salud. Se sabe que una variedad de productos químicos que se utilizan en la fabricación de plásticos son tóxicos1, ya que además de lo referente a los microplásticos, también hay un tema relacionado con los químicos empleados en la fabricación de dichos plásticos.

Es evidente que tanto la industria como la sociedad debe ser más consciente de la vida útil de los artículos en el que se incluyen los plásticos, ya que en la actualidad concebimos este proceso como lineal y que, por el contrario, siendo consecuentes con la visión de “sistema”, esto debe percibirse de una forma más cíclica.


Así que por esta razón se debe pensar en la reducción de materiales, elaboración de alternativas biodegradables, mayor capacidad de reciclaje, educación en el consumo, desarrollo de materias primas más amigables con el medio en el que deben estar involucrados el sector público, la industria, la ciencia, la educación y los formuladores de políticas.


¡BIENVENIDAS TODAS LAS ALTERNATIVAS QUE APOYEN A LA SOLUCIÓN DE ESTA PROBLEMÁTICA!


Si conoces de alguien que este trabajando a nivel local, regional, nacional o internacional para apoyar positivamente a esta problemática, cuéntanos para ayudarte a difundir la información.


¿Qué puedes hacer como individuo?

  • · Lee.

  • · Sé consciente de los productos que empleas.

  • · Lleva contigo siempre una bolsa de tela para compras en la que reduzcas el consumo de “bolsitas plásticas”

  • · Difunde la información

  • · Evita el uso de desechables o artículos de un solo uso, si lo requieres inclínate por productos biodegradables.

  • · ¿Es necesario usar el pitillo? Si es así, hay alternativas biodegradables o de materiales durables para que lo transportes contigo.

  • · Lleva tu agua a todas partes en recipientes no plástico y evita el consumo de agua embotellada.

  • · Hay tantos productos plásticos en nuestro diario vivir, que se vuelve un listado sumamente largo, así que la mayor alternativa que te proponemos es indagar, leer y conocer las alternativas que hay para suplir ese elemento de plástico.

Glosario


Biomagnificación: propagación sucesiva de la bioconcentración de los diferentes eslabones que participan a lo largo de la cadena trófica.


“Los pequeños animales en el fondo de la cadena alimenticia, como el plancton en los océanos, absorben los productos químicos mientras se alimentan, debido a que no se descomponen fácilmente, los productos químicos se acumulan en estos organismos, en concentraciones más altas que en el agua o el suelo circundante. Estos organismos son comidos por animales pequeños y la concentración aumenta de nuevo. Estos animales son a su vez comidos por animales más grandes, que pueden recorrer grandes distancias con su carga química aún mayor. Los animales más arriba de la cadena alimenticia, como las focas, pueden tener niveles de contaminación millones de veces más altos que el agua en el que viven. Y los osos polares, que se alimentan de focas, pueden tener niveles de contaminación de hasta 3.000 millones de veces más que las concentraciones que se encuentran en el ambiente. A este proceso de le llama biomagnificación”. (5)


Referencias

1. Thompson, R. C., Moore, C. J., Vom Saal, F. S., & Swan, S. H. (2009). Plastics, the environment and human health: current consensus and future trends. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 364(1526), 2153-2166.

2. Herrera, A., Ŝtindlová, A., Martínez, I., Rapp, J., Romero-Kutzner, V., Samper, M. D., ... & Gómez, M. (2019). Microplastic ingestion by Atlantic chub mackerel (Scomber colias) in the Canary Islands coast. Marine Pollution Bulletin, 139, 127-135.

3. Van Cauwenberghe, L., & Janssen, C. R. (2014). Microplastics in bivalves cultured for human consumption. Environmental pollution, 193, 65-70.

4. do Sul, J. A. I., & Costa, M. F. (2014). The present and future of microplastic pollution in the marine environment. Environmental pollution, 185, 352-364.

5. Luna, A & Caballero, S (2018). ¿Cuánta contaminación hay en el pescado que comemos? Arrastrando la montaña hacia el mar. Agenda del mar. Medellín.

6. ONU. Recuperado el 18 de enero de 2019 en: https://news.un.org/es/audio/2018/10/1444572

7. Agenda del mar edición 2019. http://agendadelmar.com/

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